Habilidades y autonomía personal y social
TRASTORNOS GENERALES DEL DESARROLLO
Los trastornos generalizados del desarrollo constituyen una serie de trastornos neurobiológicamente diversos. Son estados caracterizados por déficits masivos en diferentes áreas del funcionamiento, que conducen a un deterioro generalizado del proceso evolutivo.
Dentro de TGD encontramos:
- Trastorno de Rett
- Trastorno de Asperger
- Trastorno de Tourette
- Trastorno Desintegrativo Infantil
- Autismo
Los Trastornos Generalizados del desarrollo se caracterizan por una dificultad profunda y generalizada en varias áreas del desarrollo:
Deterioro cualitativo de la interacción social recíproca: de la relación social:
En algunas personas se da un aislamiento social significativo; otras se muestran pasivas en su interacción social, presentando un interés escaso y furtivo hacia los demás. Algunas personas pueden ser muy activas en establecer interacciones sociales, pero haciéndolo de manera extraña, unilateral, e intrusa; sin considerar plenamente las reacciones de los demás. Todas tienen en común una capacidad limitada de empatía, pero son capaces, a su manera, de mostrar sus afectos.
Deterioro cualitativo del desarrollo del lenguaje y la comunicación
Algunas personas no desarrollan ningún tipo de lenguaje, otras muestran una fluidez engañosa. Todas carecen de la habilidad de llevar a término una "conversación". Tanto la forma como el contenido de sus competencias lingüísticas son peculiares y pueden incluir ecolalia (ej: repetición contínua de palabras y/o frases) inversión pronominal, e invención de palabras. Las reacciones emocionales a los requerimientos verbales y no verbales de lo demás son inadecuadas –evitación del contacto visual, incapacidad para entender las expresiones faciales, las posturas corporales o los gestos, en otras palabras todas las conductas implicadas para establecer y regular una interacción social recíproca-.
En algunos casos el desarrollo del lenguaje parece haberse interrumpido o incluso haber retrocedido. En otros casos puede asociarse con trastornos del desarrollo del lenguaje receptivo y expresivo. El repertorio de expresión y regulación de emociones es distinto al habitual; algunas veces aparentemente limitado y otras excesivo. A menudo se detecta graves dificultades para identificar y compartir las emociones de los demás.
Modos de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados.
La actividad imaginativa resulta afectada. La gran mayoría de personas incluidas en el espectro del autismo fallan en el desarrollo del juego normal de simulación "jugamos a que yo soy...(médico, bombero..) ficción o fantasía. Esta limitada imaginación obstaculiza y limita su capacidad para entender las emociones y las intenciones de los demás. En algunos casos la actividad imaginativa es excesiva.
En la mayoría de los casos la actividad imaginativa es ineficaz en su función adaptadora. En la medida que carecen de la capacidad de imaginar el pensamiento o la mente de los demás, les resulta muy difícil anticipar lo que puede suceder, y afrontar los acontecimientos pasados.
Los patrones de conducta son, a menudo, ritualistas y repetitivos. Pueden apagarse a objetos inusuales o extraños. Los movimientos repetitivos y estereotipados son habituales. A menudo se da una gran resistencia al cambio y una perseverancia en la inmutabilidad. Cambios insignificantes en el entorno pueden provocar un profundo malestar. Muchas niñas y niños afectados de autismo desarrollan intereses específicos o preocupaciones sobre temas peculiares.
Además, en muchos casos, se da una sensibilidad inusual hacia los estímulos sensoriales –táctiles, auditivos y visuales-. Otros rasgos comunes asociados y no específicos incluyen: ansiedad, trastornos del sueño y de la alimentación, trastornos gastrointestinales y las rabietas violentas con, a veces, conductas auto-lesivas.La expresión clínica puede variar mucho de una a otra persona, y también en una misma persona en el transcurso de su desarrollo. Algunas características pueden ser muy intensas y dominantes en una edad y pueden fluctuar tanto en naturaleza como en intensidad en otra, y si bien conducen a perfiles clínicos muy diferentes, todos constituyen expresiones del espectro del misimo síndrome.
Además de las variaciones en la conducta, se da una enorme diversidad respecto al nivel de funcionamiento mental, que va desde una inteligencia normal o incluso superior, hasta una profunda discapacidad intelectual. Hay que destacar, sin embargo, que en las tres cuartas partes de los casos identificados de trastornos del espectro autístico, concurre una discapacidad intelectual.
AUTISMO
El autismo es un trastorno del desarrollo, permanente y profundo. Afecta a la comunicación, imaginación, planificación y reciprocidad emocional. Los síntomas, en general, son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las esterotipias (movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos).
Criterios Diagnósticos DSM-IV del Trastorno Autista:
A. Por lo menos deben estar presentes SEIS ítems de los puntos (1), (2) y (3), y al menos DOS de (1), y UNO de (2) y (3).
1. La alteración cualitativa en la interacción social se manifiesta, al menos, por DOS de los siguientes aspectos:
a) Alteración marcada en el uso de conductas no verbales, tales como la mirada directa (contacto visual cara a cara), expresión facial, posturas corporales y gestualidad para iniciar o modular la interacción social (por ej. el sujeto no se acerca cuando se le va a dar la mano, se queda inmóvil si se le abraza, no sonríe ni mira a la persona cuando establece algún tipo de contacto social).
b) Fracaso para desarrollar relaciones amistosas adecuadas al nivel de desarrollo adquirido.
c) Incapacidad para la búsqueda espontánea del disfrute, intereses o logros compartidos con otras personas.
d) Carencia de reciprocidad emocional o social.
2. Existencia de alteración cualitativa en la comunicación, que se manifiesta, al menos, por la presencia de UNO de los siguientes ítems:
a) Retraso en (o carencia total de) el desarrollo del habla (no va acompañado por un intento de compensar esta carencia mediante modos alternativos de comunicación tales como gestos o mimos).
b) En individuos con un desarrollo del habla normal se observa una alteración importante en la capacidad para iniciar o mantener una conversación con los demás.
c) Uso estereotipado y repetitivo del habla, o uso de un habla idiosincrásica (ecolalia inmediata o repetición mecánica de anuncios de TV, por ej.).
d) Carencia de juegos imaginativos o de juegos de imitación social adecuados al nivel de desarrollo.
3. Patrones limitados, repetitivos y estereotipados de comportamiento como los manifestados por AL MENOS UNO de los siguientes ítems:
a) La preocupación, absorbente y estereotipada, por uno o más de los patrones de interés que resulta anormal en la intensidad o focalización.
b) Adhesión aparentemente compulsiva a rutinas específicas o rituales, no funcionales.
c) Manierismos motrices repetitivos y estereotipados (por ej. sacudir o torcer la mano o el dedo, o movimientos complejos del cuerpo).
d) Preocupación excesiva y persistente por detalles o formas de distintos objetos (por ej. olfatear objetos, examen repetitivo de la textura de los materiales, atención especial al volante de un coche de juguete).
B. Retraso o funcionamiento anormal desde antes de cumplir los tres años de edad, que afecta al menos a una de las áreas siguientes: (1) interacción social, (2) la lengua como instrumento de comunicación social, o (3) el juego simbólico o imaginativo.
C. No cumplir los criterios del trastorno de Rett o trastorno infantil desintegrativo.
¿Cómo se diagnostica el autismo?
El Autismo varía ampliamente en gravedad y síntomas y puede pasar sin ser reconocido, especialmente en los niños levemente afectados o cuando está enmascarado por impedimentos físicos más debilitantes. Los indicadores muy precoces que requieren evaluación por un experto incluyen:
no balbucear o señalar al año de edad
no pronunciar palabras únicas a los 16 meses o frases de dos palabras a los 2 años de edad
no responder a su nombre
pérdida del lenguaje o las habilidades sociales
contacto visual inadecuado
alineamiento excesivo de juguetes u objetos
no sonreír o mostrar receptividad social.
Los indicadores tardíos incluyen:
capacidad limitada para establecer amistades con pares
capacidad limitada para iniciar o sostener una conversación con otros
ausencia o deterioro del juego imaginativo y social
uso estereotípico, repetitivo o inusual del lenguaje
patrones de interés restringidos que son anormales en intensidad o enfoque
preocupación por ciertos objetos o sujetos
adherencia inflexible a rutinas o rituales específicos.
Los proveedores de atención médica a menudo usarán un cuestionario u otro instrumento de evaluación para reunir información sobre el desarrollo y la conducta de un niño. Algunos instrumentos de evaluación dependen solamente de las observaciones de los padres, mientras que otros dependen de la combinación de las observaciones de los padres y el médico. Si los instrumentos de evaluación indican la posibilidad de Autismo, generalmente está indicada una evaluación más integral.
Una evaluación integral requiere un equipo multidisciplinario, que incluye a un psicólogo, un neurólogo, un psiquiatra, un terapeuta del lenguaje y otros profesionales que diagnostican a los niños con Autismo. Los miembros del equipo realizarán una evaluación neurológica detallada y pruebas cognitivas y de lenguaje exhaustivas. Debido a que los problemas de audición pueden causar conductas que podrían confundirse con Autismo, los niños con retraso del desarrollo del lenguaje también deberían someterse a pruebas de audición.
Los niños con algunos síntomas de Autismo pero no los suficientes como para ser diagnosticados como autismo clásico a menudo se diagnostican como Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado. Los niños con conductas autistas pero que presentan habilidades del lenguaje bien desarrolladas a menudo se diagnostican como síndrome de Asperger. Son mucho más raros los niños que pueden ser diagnosticados como trastorno de desintegración infantil, en el cual se desarrollan normalmente y luego se deterioran abruptamente entre las edades de 3 y 10 años y muestran conductas autistas pronunciadas. Las niñas con síntomas autistas podrían sufrir de síndrome de Rett, un trastorno genético ligado al sexo caracterizado por retraimiento social, regresión de la habilidad con el lenguaje, y retorcimiento de las manos.
¿Qué causa el autismo?
Los científicos no están seguros sobre qué causa el Autismo, pero es probable que tanto la genética como el ambiente jueguen un papel. Los investigadores han identificado un número de genes asociados con el trastorno. Los estudios de las personas con Autismo han encontrado irregularidades en varias regiones del cerebro. Otros estudios sugieren que las personas con Autismo tienen niveles anormales de serotonina u otros neurotransmisores en el cerebro. Estas anormalidades sugieren que el Autismo podría producirse de la interrupción del desarrollo cerebral normal precozmente en el desarrollo fetal causada por defectos en los genes que controlan el crecimiento cerebral y que regulan cómo las células cerebrales se comunican entre sí, posiblemente debido a la influencia de factores ambientales sobre la función genética. A pesar de que estos hallazgos son intrigantes, son preliminares y requieren más estudios. La teoría de que las prácticas paternas son responsables del Autismo se ha desmentido hace mucho tiempo.
¿Qué papel juega la herencia?
Los estudios familiares y de mellizos sugieren firmemente que algunas personas tienen una predisposición genética al autismo. Los estudios de mellizos idénticos muestran que si un mellizo está afectado, existe una probabilidad del 90 por ciento que el otro mellizo esté afectado. Existe un número de estudios en curso para determinar los factores genéticos específicos asociados con el desarrollo de Autismo. En las familias con un hijo con Autismo, el riesgo de tener un segundo hijo con el trastorno es de aproximadamente el 5 por ciento, o uno en 20. Esto es mayor que el riesgo de la población en general. Los investigadores están buscando pistas sobre qué genes contribuyen a esta susceptibilidad aumentada. En algunos casos, los padres y otros familiares de un niño con Autismo muestran deterioro leve de las habilidades sociales y de la comunicación o se involucran en conductas repetitivas. La evidencia también sugiere que algunos trastornos emocionales, como el trastorno bipolar, se producen más frecuentemente que el promedio en las familias de las personas con Autismo.
¿Cambian con el tiempo los síntomas del autismo?
En muchos niños, los síntomas mejoran con el tratamiento y la edad. Los niños cuyas habilidades del lenguaje sufren una regresión al comienzo de la vida—antes de los 3 años de edad—parecen tener un riesgo mayor que lo normal a desarrollar epilepsia o actividad cerebral parecida a las convulsiones. Durante la adolescencia, algunos niños con Autismo pueden deprimirse o experimentar problemas de conducta, y su tratamiento podría necesitar algo de modificación a medida que hacen la transición a la edad adulta. Las personas con Autismo generalmente continúan necesitando servicios y apoyo a medida que envejecen, pero muchos son capaces de trabajar exitosamente y vivir independientemente o dentro de un ambiente con apoyo.
¿Cómo se trata el autismo?
No hay cura para el Autismo. Las terapias e intervenciones conductuales están diseñadas para remediar los síntomas específicos y pueden aportar una mejoría sustancial. El plan de tratamiento ideal coordina las terapias e intervenciones que cubren las necesidades específicas de los niños individuales. La mayoría de los profesionales de atención médica están de acuerdo con que cuanto antes sea la intervención, tanto mejor.
Intervenciones conductuales educativas: Los terapeutas usan sesiones de capacitación intensivas y altamente estructuradas orientadas a las habilidades para ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y del lenguaje, como el Análisis Conductual Aplicado. El asesoramiento familiar para los padres y los hermanos de los niños con Autismo a menudo ayuda a las familias a enfrentar los desafíos particulares de vivir con un niño con Autismo.
Medicamentos: Los médicos podrían recetar medicamentos para el tratamiento de síntomas específicos relacionados con el Autismo, tales como ansiedad, depresión, o trastorno obsesivo-compulsivo. Los medicamentos antisicóticos se usan para tratar problemas graves de conducta. Las convulsiones pueden tratarse con uno o más anticonvulsivos. Los medicamentos usados para tratar a las personas con trastorno por déficit de la atención pueden usarse eficazmente para ayudar a disminuir la impulsividad y la hiperactividad.
Otras terapias: Existe un número de terapias o intervenciones controvertidas a disposición de las personas con Autismo, pero pocas, si las hay, están sustentadas por estudios científicos. Los padres deben ser precavidos antes de adoptar tratamientos no probados. Aunque las intervenciones dietéticas han sido útiles en algunos niños, los padres deben cuidar que el estado nutricional de su hijo se siga cuidadosamente.
Enlaces de interés
http://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/autismo.htm
http://www.autismo.org.es/
http://www.psicopedagogia.com/terapia-autismo
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